viernes, 28 de marzo de 2014

Postre.


Imagínense que amo el chocolate (o cualquier alimento dulce), y que amo la fotografía. Pues no sé si pude manejarlo muy bien, pero hace unos días tuve una experiencia donde se unían estas dos cosas tan independientes una de la otra pero que juntas parecen coexistir con mucha facilidad.




Este fue el surgimiento de la amistad entre lo culinario y yo, porque digamos que no es mi fuerte. Normalmente un pastel de caja me queda fatal, las galletas se deshacen en el horno, y sólo sé cocinar pasta con cremita. Pero les juro que podría ser food stylist porque no tiene algo que ver directamente con cocinar. Entonces para mí, fotografiar lo gastronómico ya cuenta casi como meterme a la cocina.





Con dos cartulinas blancas y una lámpara china de Idea se hicieron estas fotografías que expresan bastante bien el sabor de cada alimento. Si algún día quieren probarlos, con mucho gusto les diré dónde conseguirlos. Pero por ahora, espero que disfruten estas fotografías tanto como yo disfruté tomarlas.